Diario de un viejo cabezota (Reus, 2066)
Reus, junio de 2066. En el Pere Mata, un antiguo manicomio reconvertido en lugar de reposo para mutilados de Guerra y ancianos, vive un grupo de resistentes. España está siendo desalojada por motivos geoestrátegicos. Tras varias guerras y una pandemia, el país está desolado y ya prácticamente vacío, pero no todos están dispuestos a irse. Entre los habitantes del Pere Mata tenemos a un viejo escritor retirado y sin nombre —aunque sospechamos que es Pablo Martín Sánchez— que encuentra en las hojas de cortesía de los libros abandonados en el altillo su forma de escapar a lo que lo rodea: iniciando un diario a modo de d escargue mental y de paso dejar constancia de lo que ha pasado. [...] pues los recuerdos, como los objetos preciados, hay que cuidarlos para que no enmohezcan Nuestro viejo cabezota hace un repaso a los últimos años del siglo XX, pasa por nuestro presente de puntillas para contarnos que dentro de cuarenta años él estará resistiendo en un hospital sin luz ni agua y sin apena