Amor no correspondido Barbara Pym
Cando leí por primera vez a Barbara Pym con sus Mujeres excelentes supe desde las páginas que había llegado para quedarse. Es cierto que sus novelas no se leen rápido ni tienen un ritmo trepidante, pero es precisamente ese rasgo es lo que más me gusta.
Cuando Dulcie acude a un evento académico como cura por la ruptura de su compromiso no imagina que Viola, la enigmática mujer que ocupa de la habitación de al lado, se convertirá en algo así como una amiga, ni que uno de los exponentes del evento la hará querer investigar en vidas ajenas.
En Amor no correspondido la autora sigue a fiel a su humor ácido. Una vez más nos atrapa (poco a poco) en una historia de esas en la que parece que no pasa nada, con un ritmo pausado y unos personajes en apariencia planos, rozando el cliché, pero cuando acabas la jornada de lectura te sorprendes intentando averiguar que secretos guardan bajo la cama sus protagonistas.
Cuando leí Mujeres excelentes me sorprendió la capacidad de la autora para convertir una frase impertinente, incluso soez, en una oportunidad para hacer una crítica o una observación en esta obra también está presente esa doble intención en las expresiones, pero de una forma aún más inteligente y siempre a través de los pensamientos de los personajes. Para mí el punto fuerte de Pym son sus personajes. Son ellos los que llevan el peso de la historia (que no siempre de la narración). No son personajes torturados ni con historias excepcionales. Simplemente son personas normales; personas como cualquier otra que hacen de su día a día un motivo para vivir de la mejor forma que saben: siguiendo adelante.
Otra cosa que me gusta de Pym son sus finales ambiguos y que no deja nunca la trama del todo cerrada porque ella escribía sobre la vida cotidiana y esta nunca da nada por cerrado.
Es cierto que acercarse a su obra con grandes expectativas puede reventarte el libro que elijas por su estilo costumbrista, pero es una autora a tener en cuenta si te gustan las historias pausadas, para degustar despacio. En mi estantería ya está esperando Un poco menos que Ángeles, la tercera obra en España de la autora publicada también por Gatopardo Ediciones.
Cuando Dulcie acude a un evento académico como cura por la ruptura de su compromiso no imagina que Viola, la enigmática mujer que ocupa de la habitación de al lado, se convertirá en algo así como una amiga, ni que uno de los exponentes del evento la hará querer investigar en vidas ajenas.
En Amor no correspondido la autora sigue a fiel a su humor ácido. Una vez más nos atrapa (poco a poco) en una historia de esas en la que parece que no pasa nada, con un ritmo pausado y unos personajes en apariencia planos, rozando el cliché, pero cuando acabas la jornada de lectura te sorprendes intentando averiguar que secretos guardan bajo la cama sus protagonistas.
Cuando leí Mujeres excelentes me sorprendió la capacidad de la autora para convertir una frase impertinente, incluso soez, en una oportunidad para hacer una crítica o una observación en esta obra también está presente esa doble intención en las expresiones, pero de una forma aún más inteligente y siempre a través de los pensamientos de los personajes. Para mí el punto fuerte de Pym son sus personajes. Son ellos los que llevan el peso de la historia (que no siempre de la narración). No son personajes torturados ni con historias excepcionales. Simplemente son personas normales; personas como cualquier otra que hacen de su día a día un motivo para vivir de la mejor forma que saben: siguiendo adelante.
Otra cosa que me gusta de Pym son sus finales ambiguos y que no deja nunca la trama del todo cerrada porque ella escribía sobre la vida cotidiana y esta nunca da nada por cerrado.
Es cierto que acercarse a su obra con grandes expectativas puede reventarte el libro que elijas por su estilo costumbrista, pero es una autora a tener en cuenta si te gustan las historias pausadas, para degustar despacio. En mi estantería ya está esperando Un poco menos que Ángeles, la tercera obra en España de la autora publicada también por Gatopardo Ediciones.
Os deseo grandes lecturas,
Laura.
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