La elegancia del erizo de Muriel Barbery

Hace mucho tiempo que leí La elegancia del erizo, pero aún creo que es uno de los mejores libros que han pasado por mis manos. Desde entonces he descubierto que generan controversia y esta puede resumirse en que o lo odias o lo amas.

Paloma es una adolescente superdotada de doce años que no encuentra su lugar y que toma una decisión drástica. Renée es tosca y refunfuñona,  además es la portera del edificio snob donde reside Paloma. Nadie diría que estas dos almas tuvieran nada en común, pero las apariencias engañan y un nuevo inquilino hará que aparezcan rasgos sorprendentes de ambas.

Para mí La elegancia del erizo es una novela de personajes. Renée y Paloma son muy diferente y esto enriquece mucho la lectura, pero con matices en el caso de Paloma.
El personaje de Renée es maravilloso y está muy bien construido (y traducido); al principio de la novela ella misma se presenta como la típica portera fea, bajita y tonta, pero Renée es mucho más. Por otro lado tenemos a Paloma. Paloma pertenece a una familia de la clase alta parisina y es superdotada, hecho que hace que se sienta fuera de su familia y de su sociedad. Paloma decide suicidarse al cumplir los trece años (no es spoiler, lo dicen en las primeras páginas) y quiere usar los meses que faltan para dejar un legado a la sociedad hipócrita que le rodea en forma de diarios que incluyen haikús (pequeños poemas japoneses). A pesar de que el personaje de Paloma también está bien construido queda fuera de encuadre su forma petulante de hablar. Allí donde Renée es un personaje redondo, Paloma se cae.

Desde mi punto de vista es una novela muy bien narrada y con grandes dosis de filosofía. Hace una crítica a la sociedad y a aquellas personas que no dan lo mejor de si mismas. Paloma y Renée nos hablan de la felicidad de las pequeñas cosas  y de la belleza de lo simple; de la dificultad que tiene el ser humano de establecer relaciones sociales más allá de su círculo más íntimo, y de la necesidad que sentimos a veces de crear un personaje para encajar en la sociedad que nos rodea.

Los diálogos no son abundantes, pero los que existen nos cuentan todo lo que necesitamos. En ellos es donde observamos la capacidad para mimetizarse de Renée y hacen a Paloma más real, menos petulante.

Es un libro distinto que en algunas ocasiones puede hacerse denso, pero que está escrito con una prosa ágil y con un lenguaje culto, aunque informal. Barbery tiene una forma de narrar mordaz y a la vez fresca que hace de este libro una obra de cabecera.

Os deseo grandes lecturas,

Laura.

Comentarios

  1. Coincido contigo en todo. Muy buena reseña!

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  2. Hace años que leí este libro pero coincido contigo. Gran libro y grandes personajes (no recuerdo yo a Paloma tan petulante, quizás lo justifiqué con el entorno en el que vive)

    Un saludo

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    Respuestas
    1. Mucha gente me dice lo mismo. A mí ya me dejó esa sensación cuando lo leí y conforme avanza el tiempo más se repite, aunque tengo intención de releerlo.

      Un beso.

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