Entrevista a José Luis Gil Soto, autor de "Madera de savia azul"
No tengo ni idea de cuándo ni dónde me encontré por primera vez con el nombre de José Luis Gil Soto, pero sí recuerdo que en cuanto vi que era extremeño me puse a investigar. Una mañana, como por arte de magia, me salió en Instagram la foto de Madera de savia azul. Hoy tengo el placer de entrevistarlo para vosotros.
1. ¿Cómo nació Madera
de savia azul?
Tuve una primera idea cuando estaba
terminando de promocionar La dama de Saigón. Fue apenas un embrión
que enseguida creció hasta dar forma a esta historia, que en principio quise
encajar en un episodio histórico para continuar con mi trayectoria como
escritor de novela histórica. Luego me di cuenta de que no era necesario,
puesto que la historia es tan bonita y tan emocionante que queda mejor contada
al margen de cualquier episodio histórico.
2. ¿En qué lugar te inspiraste para crear Ariok?
En diversos lugares, no en uno solo. Cada parte de la novela (desierto,
bosques, montañas, zonas de cultivo, montañas, poblados, ciudades...) son
lugares diferentes en mi imaginación, sitios que he visitado o simplemente que
he visto en el cine o en la televisión. A veces uno piensa que muchos lugares
que recuerda ni siquiera ha llegado a verlos, sino que los ha dibujado en su
memoria fruto de novelas que ha leído. Es posible que algunos de los lugares de
"Madera de savia azul" también sean fruto de la imaginación.
3. Bertrand es un personaje que no se rinde ante nada,
¿hay algo de ti en él?
Siempre hay algo de quien escribe en sus propias novelas. Sí, la
insistencia, la perseverancia, la resistencia a rendirse forman parte de mi
forma de ser, y son rasgos de Bertrand. Sin embargo hay otras virtudes y
también defectos en él que no tienen que ver conmigo. Quiero decir que Bertrand
no es mi retrato aunque ambos tengamos en común algunas cosas, como también hay
algo de mí en otros personajes de la novela.
4. Con Madera de
savia azul te has salido de tu género habitual que es el histórico, ¿cómo
te sientes?
Muy satisfecho. Era todo un reto, indagar en un tipo de narración que
exigía un esfuerzo de imaginación y una capacidad narrativa muy superior. A la
vista de la respuesta que está teniendo "Madera de savia azul" entre
todo tipo de lector creo que lo he conseguido con creces. De ahí que me sienta
muy satisfecho y también, por qué no, un poco abrumado.
5. En tu novela nos encontramos con una variedad de
personajes tan amplia como en la vida real, ¿tienes algún favorito?
Si fuesen personajes
reales me tomaría una cerveza con la princesa Shebaszka. Y tal vez si se tomase
esa cerveza conmigo terminaría su vida de otro modo (risas).
6. Cuéntanos, ¿tienes alguna manía al escribir?
En realidad no. Escribo en cualquier circunstancia siempre que me sienta
a gusto, y eso suele sucederme a menudo. No exijo grandes cosas, me abstraigo
fácilmente y me basta con el ordenador y un folio donde tomar alguna nota. Y a
veces ni siquiera eso. Eso sí, me encuentro especialmente bien cuando tengo un
paisaje amplio ante mí, en el campo o en el mar, por ejemplo. No es
imprescindible, pero me gusta.
7. ¿Cuáles son tus escritores de cabecera?
Intento leer un poco de todo y de todos. Me gustan los escritores del
Realismo y el Naturalismo, en el siglo XIX, especialmente Tolstoi. Suelo
alternarlos con otros del siglo XX como Delibes, Vargas Llosa, Ana María
Matute, Scott Fitzgerald... Y otros muy actuales como Sánchez Adalid, Ken
Follet, Delphine de Vigan, etc. No tengo autores de cabecera; leo un poco de
todo.
8. José Luis, ¿existe la inspiración?
Sí, creo que sí. Existe la inspiración como la chispa que prende la
llama, pero luego tiene que haber combustible para alimentarla. Sin inspiración
no hay obra, pero sin trabajo y tesón, de poco sirve.
9. ¿Qué libro desearías haber escrito?
Disfruto mucho leyendo
y con mucha frecuencia me sorprendo diciéndome a mí mismo, cuando termino la
última página de muchos libros, que me habría gustado escribirlos. No hay uno
solo, hay tantos que sería incapaz de hacer una lista. Se me viene a la cabeza Anna Karenina. También El maestro de esgrima, El camino o Los pilares de la tierra. Hay tantos...
Lo tengo en la cabeza y en un cuaderno de notas, pero en el teclado aún
no. Pronto.
12. ¿Escritor de mapa o de brújula?
Un pequeño croquis y
mucha brújula.
13. Si tuvieras que elegir, ¿seguir leyendo o seguir
escribiendo?
¡Uf! Qué pena dejar de
escribir... (risas).
Os deseo grandes lecturas,
Laura.
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