Las mejores lecturas de 2019
— Madera de savia azul de José Luis Gil Soto: este novelón me sorprendió muchísimo y para bien. Tuve la suerte de que su autor, paisano mío, me lo firmase. La cogí con ganas pensando porque su sinopsis ers fascinante; al acabar se convirtió en uno de mis libros favoritos.
El autor disecciona los grandes (y pequeños) motivos que han movido desde siempre al ser humano: el amor, las pasiones, la codicia, el poder... a través de sus personajes. Bertrand, Astrid y Erik son los principales, pero Magmalión, la princesa Shebaszka, el Gran Aya y Dragan, entre otros, llenarán la lectura de intriga y ganas de saber. Y hablado de personajes, hay uno en especial al que deseaba tirar por un acantilado cada vez que aparecía en escena. Es uno de esos malos tan malos que no lo salva ni un milagro.
Tuve la suerte de entrevistar a José Luis y podéis leerla Aquí.
— Ferox. Serás leyenda de Olivia Sterling: ¡Fascinante! Este libro llegó por sorpresa y estuvo unos meses esperando en la estantería y, tengo que confesarlo, lo cogí en una tarde que estaba aburrida y acababa de llevarme un chasco con otra lectura y en cuestión de minutos sólo estábamos Micaela y yo.
Ferox es una novela histórica, de aventuras, de misterio, con unos toques mágicos y muy muy feminista. Las mujeres de esta historia no son arquetípicas: no se encierran en sus casas para huir del peligro; tampoco son damiselas en apuros que esperan a un caballero que las salve. Son mujeres que luchan, que plantan cara a la vida y salen adelante. Mujeres que se tienden la mano unas a otras, aunque no son perfectas: todas tienen sus luces y sus sombras; son humanas: se equivocan, aprenden y crecen.
La historia de Micaela es una mezcla fascinante de historia, aventura y magia y narrada a través de la voz de uno de los tantos juglares que heredó la historia de una joven que, sin saberlo, se convirtió en leyenda.
Pude entrevistar a Olivia hace poco. No os perdáis las respuestas de su autora.
— Sin Corazón de Marissa Meyer: No soy muy fan de «Alicia en el país de las Maravillas», pero si me hubiesen pedido que eligiese a un personaje este sería la Reina de Corazones.
Empecé su lectura temiendo que Alicia apareciese cada dos por tres y la reina al final acabase relegada a una secundaria. Me alegré mucho de comprobar que Alicia no sale en ningún momento y antes de acabar el capítulo tres ya estaba enganchada al libro y adorando a Catherine.
Me habían avisado que el título hacía honor a la historia, pero eso no evitó que acabará así: sin corazón y llorando.
Sin corazón es un reconstrucción de la vida de Catherine y que nos cuenta cómo llegó a convertirse en la enigmática Reina de Corazones y cómo acuñó su famosa frase “¡Que le corten la cabeza!”.
— El legado de Catherine Elliot de Gemma Camblor y Esther Gili: su sinopsis dice: Un libro une la vida de varios personajes femeninos a través del tiempo. La historia comienza con la joven que lo escribe a comienzos del siglo XIX. A partir de ahí un ejemplar irá pasando por diferentes mujeres hasta llegar al presente. Todas interactúan con el libro y dejan su huella en él, pero leerlo también las transforma a ellas. Una metáfora del amor por los libros y de la magia de la literatura contada a través de unos personajes fuertes y carismáticos que se rebelan ante los convencionalismos de su época. Si es cierto que un libro puede transformarte la vida, tal vez El legado de Catherine Elliot cambiará la tuya.
No he encontrado manera mejor de expresaros lo que hay dentro de este maravilloso libro que con un corta y pega de su sinopsis; es trampa, lo sé, pero leedlo y me entenderéis.
Pura magia y amor a los libros es lo que encontraréis en el legado de Catherine Elliot.
— Carvalho de Carlos Zanón: cuando empecé este libro ni había leído el Carvalho de Vázquez Montalbán ni a Zanón y me enamoré de este Carvalho avejentado, desorientado sin su escritor y me enamoré de Carlos Zanón y de su forma de escribir; de esa prosa que desgarra y te lleva a respirar fuerte.
— Cranford de Elisabeth Gaskell: Me lo pasé genial leyendo este clásico. El ir y venir de las damas que habitan este pequeño pueblo ha sido una lectura dulce y sosegada, aunque con sus momentos sorprendentes, donde la aristocracia es aún más especial que en otros lugares y Cranford es ese pueblo al que no queremos ir de vacaciones, pero que al pisar sus calles nos hace sentir en casa.
Yo no sé dónde ha estado Elizabeth Gaskell toda mi vida lectora, pero me alegro de haberla descubierto ya de adulta.
— La hora de las mujeres sin reloj de Mamen Sánchez: Estela Valiente escribió una obra maestra que revolucionó la sociedad española que se hallaba inmersa el plena dictadura. El impacto de su novela fue tal que le concedieron el premio Nobel de Literatura, convirtiendo a Estela en la primera mujer española en conseguirlo. Pero Estela no estaba prepara para ese impacto y tras su estancia en la cárcel decidió aislarse en la casa familiar junto a su hermana. Cincuenta años después su novela sigue en auge, pero ella guarda secretos que se verá obligada a sacar a la luz.
Mamen Sánchez es una de mis escritoras contemporáneas favoritas. Lo mismo te escribe una comedia romántica que una novela negra con todos sus misterios. Lo que más me gusta de esta autora es su capacidad de darte todo en pocas páginas.
— El Priorato del Naranjo de Samantha Shannon: Sabrán IX es la reina de Inys y desciende de una dinastía que ha gobernado durante mil años, pero tiene que concebir una hija antes de que el Sin Nombre se despierte.
Ead, miembro del Priorato, debe vigilar que la reina no corra peligro y tiene que protegerla con una magia prohibida hace mucho por los antecesores de aquella a la que debe proteger.
Un mundo dividido por religiones, la de aquellos los que adoran a los dragones y la de los que quieren acabar con ellos, se ven condenados a entenderse por el bien de la humanidad.
Magia prohibida, amor, amistad, alquimia, viajes por mar, enfermedades contagiosas, una guerra y ¡dragones!
Tenía muchas expectativas puestas en esta historia y se han cumplido todas menos el final. Esperaba un final más cerrado o, al menos, un epílogo un nos contase algo más de lo que pasó después aunque esto no ha sido suficiente para enturbiar ni un poquito lo que me ha gustado esta historia.
— Carvalho de Carlos Zanón: cuando empecé este libro ni había leído el Carvalho de Vázquez Montalbán ni a Zanón y me enamoré de este Carvalho avejentado, desorientado sin su escritor y me enamoré de Carlos Zanón y de su forma de escribir; de esa prosa que desgarra y te lleva a respirar fuerte.
— Cranford de Elisabeth Gaskell: Me lo pasé genial leyendo este clásico. El ir y venir de las damas que habitan este pequeño pueblo ha sido una lectura dulce y sosegada, aunque con sus momentos sorprendentes, donde la aristocracia es aún más especial que en otros lugares y Cranford es ese pueblo al que no queremos ir de vacaciones, pero que al pisar sus calles nos hace sentir en casa.
Yo no sé dónde ha estado Elizabeth Gaskell toda mi vida lectora, pero me alegro de haberla descubierto ya de adulta.
— La hora de las mujeres sin reloj de Mamen Sánchez: Estela Valiente escribió una obra maestra que revolucionó la sociedad española que se hallaba inmersa el plena dictadura. El impacto de su novela fue tal que le concedieron el premio Nobel de Literatura, convirtiendo a Estela en la primera mujer española en conseguirlo. Pero Estela no estaba prepara para ese impacto y tras su estancia en la cárcel decidió aislarse en la casa familiar junto a su hermana. Cincuenta años después su novela sigue en auge, pero ella guarda secretos que se verá obligada a sacar a la luz.
Mamen Sánchez es una de mis escritoras contemporáneas favoritas. Lo mismo te escribe una comedia romántica que una novela negra con todos sus misterios. Lo que más me gusta de esta autora es su capacidad de darte todo en pocas páginas.
— El Priorato del Naranjo de Samantha Shannon: Sabrán IX es la reina de Inys y desciende de una dinastía que ha gobernado durante mil años, pero tiene que concebir una hija antes de que el Sin Nombre se despierte.
Ead, miembro del Priorato, debe vigilar que la reina no corra peligro y tiene que protegerla con una magia prohibida hace mucho por los antecesores de aquella a la que debe proteger.
Un mundo dividido por religiones, la de aquellos los que adoran a los dragones y la de los que quieren acabar con ellos, se ven condenados a entenderse por el bien de la humanidad.
Magia prohibida, amor, amistad, alquimia, viajes por mar, enfermedades contagiosas, una guerra y ¡dragones!
Tenía muchas expectativas puestas en esta historia y se han cumplido todas menos el final. Esperaba un final más cerrado o, al menos, un epílogo un nos contase algo más de lo que pasó después aunque esto no ha sido suficiente para enturbiar ni un poquito lo que me ha gustado esta historia.
— Leñadoras de VV.AA: Jo, April, Mal, Ripley y Molly me han acompañado durante este año en momentos bastante feos y me han sacado muchas sonrisas.
En cada tomo sus aventuras y meteduras de pata te enganchan y acabas adorando a cada una de ellas. Mi ojito derecho es Ripley por su inocencia, sus ganas de volar y su forma incondicional de amar a sus amigas. A pesar de lo que pueda parecer sus tramas no están vacías y en cada tomo descubres amor, sororidad, amistad y unas ganas inmensas de sonreír.
¡DE MAYOR QUIERO SER UNA LEÑADORA!
Hay dos sagas, las dos de la misma autora, que me han atrapado (gracias Patry) y le han dado un buen empujón a mi ritmo lector de este año. Estas sagas son Trono de Cristal, mi favorita, y Una corte de rosas y espinas de Sarah J. Maas. Si alguien me hubiese dicho a finales de 2018 cuando empecé a leer a esta autora que acapararía gran parte de este año me habría reído mucho. Siempre he leído fantasía pero nunca tanta como para que la mayor parte de mis mejores lecturas en un mismo año sean de este género.
¿Cómo ha ido vuestro año lector? Contadme cuál ha sido vuestra mejor lectura de este año.
Os deseo grandes lecturas,
Laura.
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