Entrevista a Hoja de Lata editorial

Foto de Iván G. Fernández

Laura Sandoval y Daniel Álvarez son el alma de Hoja de Lata, editorial independiente afincada en Gijón, y hoy tengo la suerte de tenerlos en Mi vida entre libros. 


¿Cuándo nació Hoja de Lata? ¿Quién está detrás?
Hoja de Lata sale a la luz en abril del 2013, justo a tiempo para el Día del Libro, pero realmente comienza a gestarse en noviembre del 2011, al quedar el primero de nosotros en el paro. Ese año y medio fue el tiempo que nos llevó darle forma al proyecto, contratar los primeros títulos y encargar las primeras traducciones. 

Somos Hoja de Lata la barcelonesa Laura Sandoval y el xixonés Daniel Álvarez Prendes, libreros de corazón, lectores de pasión y editores por tardía vocación.

¿Qué tipo de libros buscáis? ¿Por qué?
Buscamos títulos que sorprendan al público por la calidad de sus textos y de sus formas, algo no demasiado original. Por ser conscientes del terreno de juego que pisamos, desde un principio optamos por buscar autores inéditos en español que estén teniendo éxito en sus países de origen. Al principio quizá apostábamos más por el rescate literario y ahora por autores actuales. La cuestión es encontrar una línea coherente dentro de lo heterogéneo y tratar de crear una marca personal con tu catálogo. En ello estamos.

¿Qué esperáis de HDL?
La aspiración primera de Hoja de Lata era vivir de ello, cosa que hemos logrado. A continuación, incorporar más personas de forma fija a nuestra estructura, cosa que aún no hemos logrado. Y si en el camino conseguimos aportar algo de conciencia crítica a nuestra sociedad, ya seríamos plenamente felices con nuestro trabajo.

Antes de editores fuisteis libreros, ¿cómo os ayudó esto al fundar la editorial?
Haber sido librero te permite conocer el ciclo del libro de una manera más precisa. Hemos llegado a conocer a editores noveles que no sabían que una librería tiene derecho a devolver los libros, por ejemplo. También te permite tener una mayor empatía con el librero, saber valorar el hecho de que pida tus libros, aunque sea un ejemplar de cada novedad, porque con la avalancha de nuevos títulos que les ofrecen cada semana, es todo un gesto que pida los tuyos. Y eso es algo que otros editores no entienden porque no han estado en el lugar del librero.

¿Qué es para vosotros la literatura?
La literatura es la plataforma televisiva primigenia, la aplicación de entretenimiento que nos ha acompañado desde que vivimos en sociedades complejas, la moda que nunca pasa y que nos permite seguir soñando con otros mundos posibles.

¿Tenéis pensado publicar vuestros libros en digital en el futuro?
¡Estamos en ello! Eso me lleva a recordar nuestra proverbial incapacidad para lo tecnológico, a pesar de desarrollar un oficio que cada día lo es más. No obstante, nos hemos decidido a dar el salto a lo digital durante esta cuarentena, como complemente necesario a la edición en papel, que es lo que realmente nos motiva.

¿Cuál fue el primer libro que editasteis y por qué lo elegisteis?
Arraianos, de Xosé Luís Méndez Ferrín, toda una declaración de principios. Ferrín es un autor de culto en lengua gallega, con un universo propio en el que proyecta cuestiones tan mundanas como las luchas intestinas del nacionalismo gallego y lo mezcla de manera magistral con un universo propio, onírico, surreal, medieval, que evidencia su maestría con la formas y con el lenguaje. Al tiempo es un militante político, socialista revolucionario. Ha conocido la clandestinidad y la cárcel. Un tipo con las ideas clarísimas y consecuente, lo que no siempre ha jugado a su favor en todos los terrenos, incluido el literario. Escogimos quizá la que es su obra más icónica, y paradójicamente, más asequible para el público. Una colección de relatos maravillosos ambientados en la difusa frontera entre la Galicia interior y el norte de Portugal. Estamos pendientes de reimprimirla, por cierto.

¿Tenéis en catálogo algún título que en principio no teníais pensando publicar y que al hacerlo se convirtiera en un pequeño éxito?
No, la verdad. Nos ha ocurrido más bien al revés, títulos que confiábamos se convertirían en un pequeño éxito y que al final casi nos arrepentimos de haber publicado. Pero no, un editor no puede decir que se arrepiente de ninguna de sus publicaciones. De los errores también se aprende.

Contadnos, ¿qué es lo peor y lo mejor de ser una editorial independiente?
Lo mejor, sin duda, son las valoraciones que hace el público de tus títulos y que comparten contigo, las emociones que les han causado, las veces que lo han recomendado o regalado. El mundo del libro, como el resto de sectores creativos, tiene unas interacciones maravillosas con el público y ese se agradece muchísimo, sobre todo en los momentos gachos. También, el hecho de no tener a un director comercial esgrimiendo los balances económicos y soltando amenazas veladas o no tanto.
Lo peor, por paradójico que parezca, es eso mismo: trabajar para uno mismo. El que las jornadas no tengan horarios, que los finales de cada mes estén llenos de incertidumbre y que los dos miembros de la pareja dependan de la misma fuente de ingresos.

¿Es el mercado literario español muy intransigente con las editoriales independientes?
A nosotros, obviamente, nos gustaría tener muchos más lectores, más reseñas y mayor tranquilidad en todos los aspectos, pero luego ves la miríada de maravillosas editoriales independientes, con sus títulos increíbles, y los desoladores índices de lectura que tiene este país y te das cuenta de que vivimos en una tierra en la que diminutos sellos de apenas una o dos personas han podido llegar a profesionalizarse gracias a las ventas en las librerías. De modo que podemos decir que el mercado literario español no es en absoluto intransigente con las microeditoriales.

Mi título favorito de HDL es Tea Rooms. Mujeres obreras, de Luisa Carnés, ¿cómo conocisteis a esta autora tan especial?
Llegamos a Tea Rooms gracias al que hoy es el director de nuestra colección de ensayo, David Becerra. El día que lo conocimos nos habló, entre otros títulos, de una sorprendente novela de la preguerra. Tanto nos llamó la atención que nos hicimos con el texto. Fue leerlo y enamorarnos de Luisa. Y así hasta hoy, que lleva diez ediciones, hemos vendido los derechos para serie de televisión, se va a traducir, por el momento, al inglés y al francés…

¿Nos contáis alguna anécdota curiosa que os haya sucedido durante la edición de alguno de vuestros títulos?
Habiendo niños de por medio siempre hay buenas anécdotas. Una ocurrió estando en casa solo con la mayor, que de aquella tendría tres o cuatro años. Me iban a llamar de la radio para una entrevista en directo, así que para poder hablar con tranquilidad urdí el plan perfecto: a la hora de la entrevista le pongo la Patrulla Canina, me voy a hablar a otra habitación y ya tengo la media hora de tranquilidad que necesito. Me llamaron, puse los dibujos, me fui a hablar… pero algo debió pasar porque a los cinco minutos viene mi niña, reclamando no sé muy bien qué. Cosas de padre novato, en lugar de atender lo que necesitaba y resolver la situación en antena con naturalidad, me dio por cerrar la puerta y bloquearla, para que la niña no pudiera entrar. Error. La niña se puso a golpear la puerta con fuerza al tiempo que me llamaba a gritos como si la estuvieran raptando. Al terminar, el periodista me aseguró que no se había escuchado «demasiado» en el directo, pero la lección me quedó bien aprendida.

Pregunta trampa: si tuvieseis que elegir solo tres libros de vuestro catálogo, ¿cuáles serían los elegidos
Solemos decir que eso sería como preguntar a un padre a cuál de sus hijos quiere más, así que nos salimos por peteneras, pero, entre nosotros, aquellos que más han vendido o que a pesar de ser una apuesta arriesgada han tenido buena acogida por el público suelen ser nuestros ojitos derechos.

¡Muchas gracias por pasar este ratito conmigo!

Comentarios

  1. Muy interesante la entrevista, Laura. Qué bien que le des visibilidad a editoriales pequeñas pero que ya van cosechando éxitos.

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