Mi Estante Suelto





Leyendo Ex Libris: Confesiones de una lectora, editado por Alfabeto (link), me encontré con un capítulo titulado «Mi Estante Suelto». Según su autora, Anne Fadiman, un estante suelto es aquel en el que «[...] hay un pequeño y misterioso conjunto de volúmenes cuyo tema nada tiene que ver con el resto de la biblioteca y, sin embargo, tras mirarlo detenidamente, dice mucho de su propietario». A pesar de que hace meses que lo leí, ese capítulo se quedó dando vueltas en mi cabeza. Vamos que he venido a hablar de lo que hay en mi Estante Suelto.

Cuando me puse a observar mis librerías caí en la cuenta de que yo no tengo uno sino dos estantes: uno con libros que hablan de la Atlántida y otro con libros que hablan de libros —de los que tenéis entradas aquíaquí hablando de algunos de ellos—.

El de la Atlántida es el más pequeño, por el momento, porque cuando empezó mi obsesión asaltaba a menudo la biblioteca y casi todo lo sacaba de ahí, aunque ya le estoy poniendo remedio. Si os asomáis a ese estante podéis encontrar El códice de la Atlántida de Stel Pavlou, El resurgir de la Atlántida de Thomas Greanias, Atlantis de David Gibbins, Los vigilantes de la Atlántida de Luis E. Iñigo, Atlántida de Javier Negrete y El librero de la Atlántida de Manuel Pimentel. Ando buscando ensayos sobre la mítica isla.

En el estante en el que están los libros que hablan sobre libros es el mayor desmadre dentro de mis caóticas librerías. Hay al menos tres docenas —o eso creo porque me niego a contarlos— de libros sobre literatura: Cómo leer literatura de Terry Eagleton, Breve introducción a la teoría literaria de Jonathan Culler; escritura: varios de la colección «Guías del escritor» de Alba Editorial y mi adorado La loca de la casa de Rosa Montero, entre muchos otros; artículos periodísticos sobre libros; libros que recogen artículos periodísticos sobre libros: volvemos a Rosa Montero con su El amor de mi vida o la trilogía maravillosa de Santiago Posteguillo en la que se mete de lleno en grandes títulos de la literatura; novelas en las que los libros son personajes más...: Amapolas en octubre de Laura Riñón, Algo parecido al verdadero amor de Cristina Petit, Mendel el de los libros  de Stefan Zweig, 84, Charing Cross Road de Helene Hanff, Persona normal de Benito Taibo, entre otro sinfín de libros maravillosos.

Venga, confesad, ¿qué tenéis en vuestro Estante Suelto?

Os deseo grandes lecturas,

Laura.

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